jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Controlamos a los controladores en clave electoral?

La crisis de los controladores aéreos, que dejó a media España sin viajar en el puente de la Inmaculada, ha supuesto un punto de inflexión en la vida política de nuestro país.

Es posible que este cambio empezara a fraguarse en la crisis de Gobierno del pasado 20 de octubre. Los relevos en las carteras produjeron desde el primer momento la impresión de ser un golpe de timón, un lavado de cara y de imagen importante de un gobierno desgastado por la crisis ante la opinión pública (además de algún pago concreto de favores prestados a ZP -léase Trinidad Jiménez y su fallida aventura- en las primarias de Madrid). La oficialmente llamada "Remodelación del Gobierno" (en un intento más del PSOE de evitar la palabra "crisis" y mucho más junto a la de "Gobierno") fue vista por la oposición como un refuerzo del que salía un Gobierno "mejor", en palabras de Cospedal y Arenas.

Lo cierto es que la gestión de la crisis de los controladores por parte del Gobierno, con el tan polémico establecimiento del estado de alarma y la militarización de los mismos, sí que fue un golpe de timón, y un puñetazo en la mesa con todas las letras. Logró el gran efecto deseado sobre los ciudadanos: dar imagen de control de la situación (aunque el precio a pagar fuera la legitimización del uso de los militares ante un determinado conflicto laboral -¿nuestro Ejército en un conflicto? ...¿ya no sólo hacen labores humanitarias?- .

Y pilló a la oposición de nuevo con el pie cambiado, que no supo reaccionar a tiempo y se vio obligada a apoyar a ZP en el Congreso a pesar de que Rajoy llamara "inútil" a Blanco. Tanto es así, que en cuanto ha tenido ocasión, el PP se ha dado prisa en desmarcarse de una acción muy cuestionada y que tanto lastre suponía para las alas de la gaviota pepera.

Y entre tanto ¿qué se ha visto en el PSOE?: a un Rubalcaba tremendamente reforzado, asumiendo la responsabilidad y personalizando la imagen de la solución a la crisis (sustentado, eso sí, en el apoyo que nuestra sociedad otorga desde siempre al Ministro de Interior). Y de repente, como por arte de birlibirloque, se da por hecho en el PSOE que ZP no se presentará a las próximas elecciones. ¿Será Rubalcaba el que tome las riendas? ¿Habrá una candidata catalana, rubia y madre dispuesta a ser marcada como la delfín? ¿Aceptaría el partido de nuevo por ejemplo a una Chacón como presidenciable, con el único aval de su gran imagen? ¿Preferirá la solvencia de una amplia experiencia de Gobierno y en marcar los finales desde la oposición -"Merecemos un Gobierno que no nos mienta..."-. Se aceptan apuestas.    

martes, 5 de octubre de 2010

Por qué el PSOE podría volver a ganar las elecciones

Pues sí. Y con la que está cayendo y la que queda por caer. El PSOE podría volver a ganar las elecciones. Y Rajoy podría volver a perderlas.

La crisis, mejor dicho La Crisis, está pasando factura al Gobierno. Y cara. No sé si caben revolcones mayores estadísticamente hablando. Pero hay algo que están haciendo bien. Y es personalizarlo en Zapatero. La marca ZP está desgasta, apabullada, destruida, machada y hundida. Estas siglas, que dejaron perplejos y pillaron con el pie cambiado a más de uno, sirvieron para aupar al PSOE al Gobierno. Y pueden ser precisamente las que salven al PSOE del descalabro electoral que todo el mundo (menos yo) vaticina.

La clave está precisamente en la personalización de los males del Gobierno con Zapatero. Efectivamente, dirán muchos, es que es así. Y no les falta razón. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es el urdidor de las decisiones más polémicas del Ejecutivo, sobre todo las de mayor calado ideológico de la izquierda: matrimonio homosexual, Ley de Memoria Histórica, Educación para la Ciudadanía, la nueva ley del aborto... Pero también está detrás y delante de la peor cara de la crisis: los terribles datos del paro que no acaban nunca, la desaceleración y recesión económica, la negación de una crisis evidente para todos, las correcciones europeas a nuestra política de gastos, la inacción del gobierno esperando a que la tormenta arrecie, la subida de impuestos, la congelación de salarios...

La gestión de la crisis no ha sido buena. No está siendo buena. El descontento es generalizado también en las filas socialistas. ZP pierde fuelle. Y pierde fuerza también entre los militantes, que osan elegir al candidato Gómez que le responde en público, dejando en evidencia a su Trini ante toda España. Y de todo esto, Zapatero es el gran culpable.

Por eso, si a última hora el PSOE presentara un nuevo candidato, estaría libre de toda culpa. Nueva cara, nuevo proyecto, nueva energía, y nuevos y antiguos votos... Seguramente, el nuevo candidato se apoyara en los grandes avances sociales e ideológicos de la era Zapatero que, pobre de él, sufrió en sus carnes La Crisis provocada por la mala praxis del capitalismo más avaricioso. Este nuevo candidato socialista trataría de alejarse de ZP pero no del socialismo, y contaría por tanto con todo el aparato mediático del PSOE, del Gobierno y el de la izquierda temerosa de la llegada de la derecha al poder. Aportaría además la frescura de un nuevo proyecto ilusionante capaz de seguir manteniendo la ideología de izquierda marcada por su predecesor, sin tener que cargar con las culpas de la mala gestión realizada antes por el presidente del Gobierno de su propio partido. 

En este hipotético escenario, nos encontraríamos al otro lado como candidato al actual líder de la oposición, Mariano Rajoy. El mismo que lleva enfrentándose al desgastado Zapatero desde el año 2004. El mismo que perdió tras los fatales acontecimientos del 11-M y la mala gestión de la comunicación que se hizo en aquellos difíciles momentos. El mismo Rajoy que lleva repitiéndole a Zapatero desde que llegó que lo está haciendo mal y está poniendo en peligro la bonanza económica, la unidad y el futuro del país. El mismo que volvió a perder en 2008 con una crisis bien entrada pero negada desde el Gobierno, y con un colchón de 10 millones de votos que le animó a mantenerse al frente del Partido Popular. El mismo Rajoy que piensa que el Gobierno caerá por su propio peso y que pronto le llegará a él el turno (igual que Zapatero piensa que tampoco es necesario hacer grandes cosas en la Economía, que ésta se recuperará sola y a tiempo de ganar las próximas elecciones).

Pues ambos se equivocan. Por el desgaste de la crisis, tanto Zapatero como Rajoy están más que amortizados. Al primero le ha comido literalmente su pésima gestión económica. Al segundo, pensar que Arriola tiene razón y que la alternancia política base de la democracia triunfará en las próximas elecciones gracias al desgaste del actual presidente del Gobierno. Bien Arriola, pero ¿y si cambian de candidato?, ¿deberá seguir presentándose Rajoy entonces? ¿Tiene alguien alguna duda de que el PSOE vaya a consentir que se presente Zapatero de nuevo? ¿Qué debería hacer entonces el Partido Popular?

martes, 14 de septiembre de 2010

Sindicatos en España: algo falla en el sistema

Algo falla en nuestro sistema sindical. Es probable que falle desde hace un tiempo, pero con la Crisis, durante los últimos meses quizá se está haciendo aún más evidente.

Las grandes patronales CCOO y UGT han sufrido la baja de 276.086 afiliados en los últimos meses, según informaba Expansión hace unas semanas. Pero hay más. Los datos oficiales del 2008 de tasas de afiliación sitúan a los sindicatos españoles con un 15% a la cola de Europa, sólo por encima de Francia, Polonia y Letonia (9, 13 y 13% respectivamente).

Y entiendo que esto pasa porque los trabajadores se ven cada vez menos representados en los sindicatos. A mí me da mucha pena encontrarme con campañas como la de UGT para justificar una huelga general en la que no creen ni ellos mismos, como demuestra el hecho de que haya sido convocada tan tarde y mal.

En redes sociales como Facebook proliferan grupos del tipo "Sindicatos espanoles me puede explicar alguien para que coj... sirven?", o "Estos Sindicatos NO nos representan", o Por la eliminación de la financiación de los sindicatos UGT y CCOO o Que sindicatos y partidos se financien con una casilla de la Renta. Y hay muchos más. Y esto, por las cerca de 5.000 personas que componen estos grupos, no quiere decir nada más que es un debate que sin duda está hoy en la calle.

Es cierto que la decisión de Esperanza Aguirre de tomarla con los sindicatos y sus liberados ha actualizado la intención de este post, pero que nadie crea que este artículo es una defensa a la presidenta madrileña.

Entiendo que es bueno y necesario que los trabajadores puedan hacer frente común frente a las empresas que les dan trabajo para defender sus derechos e intereses cuando sea necesario. Pero, por desgracia, quizá esto no ocurra con demasiada frecuencia.

Aquéllos que trabajan en grandes empresas con grandes plataformas sindicales (o lo han hecho en el pasado, ellos o sus familiares) sabrán a qué me refiero con aquél famoso dicho obrero de "si quieres ascender, métete en en comité" (de empresa ). Y como la verdad supera a la ficción, muchas veces parece que los sindicados son los mejores "colocados" a la hora de acceder a los mejores puestos de trabajo de la empresa. ¿Casualidad? A lo mejor se corresponde mejor con esta otra afirmación, parafraseada de George Orwell en su Rebelión en la Granja, "todos los trabajadores son iguales, pero algunos son más iguales que otros".

jueves, 13 de mayo de 2010

De porqué Mariano Rajoy debería pensar si tripresentarse a las elecciones

Tenemos dos años por delante antes de las próximas elecciones generales. Después de los recortes anunciados ayer por Zapatero, sabemos con toda certeza que agotará la legislatura. Es tiempo más que suficiente para preparar y presentar ante la ciudadanía a un candidato que sea capaz de materializar la alternancia siempre deseable en los sistemas democráticos.

Este candidato, bien podría ser Rajoy, actual líder de la oposición y cabeza de cartel del PP en las dos últimas elecciones. Pero quizá debiera no serlo. Y voy a explicar a continuación por qué.

La primera y principal razón es porque sería la tercera vez consecutiva que se presenta a unas elecciones generales. Y las dos anteriores las perdió. Este hecho por sí solo debería ser suficiente para no seguir adelante. Pero la verdad es que después de las fatídicas elecciones del 2004, trágicas para el Partido Popular (y muy trágicas para las 3.000 víctimas del 11-M, 192 de ellas mortales), todo el mundo entendió que debía seguir allí, encabezando al descabezado y destronado PP. Fueron momentos duros y los superó.

Llegó el 2008, y vuelta a los mismos resultados: enorme cantidad de votos cosechados, insuficiencia para gobernar. De nuevo a la oposición y al interrogante. Pero Rajoy dio un paso adelante y decidió que seguiría, hasta el final, otra vez. Probablemente estuvo movido por la idea de que era imposible que Zapatero pudiera resistir una legislatura como la que se imaginaba que estamos viviendo. Pero ZP resiste.

Y quizás él no debiera hacerlo. Y España debía ser la otra gran razón: este país ha estado cerca de hundirse a la griega. De no ser por Merkel y Obama, quizá así habría ocurrido (todavía puede pasar). Y si Rajoy siguiera, le podría dar un mal  ejemplo a seguir a Zapatero. Y además, ZP podría volver a ganar. Lo ha hecho anteriormente en condiciones más adversas; además, para 2012 ya habrá pasado lo peor y, como el propio ZP sabe, se habrá convertido en un "sobrio aprietacinturones por el bien de todos" que le puede ayudar a mantenerse en el poder (que es bastante más fácil que ganarlo).

Por otra parte, Rajoy representa demasiado al pasado: fue ministro desde el primer gobierno de Aznar, allá por 1996. Los jóvenes españoles que voten por primera vez en el 2012 tenían ... ¡2 años! cuando el ya poseía una cartera ministerial y salía en los telediarios como ahora.

Y si alguien (incluso Sonsoles) convenciera a Zapatero de que no se presentara a las próximas, cualquier otro buen candidato socialista, como un Patxi López cualquiera, tendría bastantes más opciones que el del PP para ganar.

Sin embargo, si se abriera ahora un debate sucesorio en el PP, les podría "distraer" sí de la gravísima situación actual que vivimos. Pero también es cierto que estando en la oposición poca cosa más podrían hacer. Y por otra parte, tampoco les vendría mal distraerse y distraernos a todos de otras gravísimas situaciones que vivimos en la actualidad y que tanto daño le están haciendo al PP, como el caso Gürtel o los trajes de Camps.

Quedan dos años por delante. Es tiempo suficiente para hacerlo. Animo. Rajoy es muy solvente. Pero hace falta algo más que solvencia para ganar elecciones. A los resultados me remito.

miércoles, 21 de abril de 2010

El PSOE de Huelva y su difícil apuesta a caballo ...perdedor?

No es por ser agorera, pero pienso que esa debe ser la pregunta que se ha debido estar haciendo Mario Jiménez a la hora de decidir la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Huelva.

No he hecho más que escribir dos frasees y ya hay varias afirmaciones que argumentar. En primer lugar, el uso de la palabra candidata, que no ha sido casual. Estoy convencida de que desde las filas socialistas onubenses se piensa que sólo una mujer podrá ganar en populismo a Perico. Por eso apostaron, tras los fiascos de Díaz Trillo, por Manuela Parralo. Pasaron el protagonismo después a Petronila Guerrero, se quedó de portavoz en el grupo Elena Tobar y se plantean la reentrada de Cinta Castillo en la política municipal choquera.

Y es que precisamente estas tres mujeres (Petronila, Tobar y Castillo) protagonizan ahora todas las apuestas de los periodistas, socialistas y aficionados a la política de Huelva. Y yo tengo mi propia apuesta: Elena Tobar. La actual portavoz del grupo municipal socialista se ha ganado a pulso un reconocimiento digno a la durísima tarea que le ha caído encima sin comerlo ni beberlo: mantener la oposición del PSOE frente a la mayoría absoluta pepera del consistorio choquero.

Por contra, ni Castillo ni Guerrero deberían ser "quemadas" en la difícil tarea de enfrentarse al hasta ahora imbatible Perico Rodri. Es verdad que el desgaste hace mucho, la crisis y los impagos a los proveedores también, y que todo esto puede pasarle factura a los populares en Huelva. Pero también lo es que hasta ahora no han sabido encontrar a nadie que logre siquiera hacerle algo de pupa electoral al fotógrafo. Desde ningún partido.

La presidenta de la Diputación parecía poder hacerle sombra desde su superpalacio en la céntrica Plaza de las Monjas. Pero a mí la operación Petronila me huele demasiado igual que la de Parralo: señora con muy buena imagen que pasa una legislatura entera haciendo oposición al alcalde desde el trono de la Diputación (ésta como presidenta, la anterior como vice). Y además su figura ya ha sido rentabilizada suficientemente estos años: todas las veces que ha aparecido la Guerrero, por protocolo, junto a Perico, poniendo el contrapunto. Objetivo cumplido.

La ex consejera y ex senadora Cinta Castillo, ya ha mostrado su disposición a enfrentarse a Perico en las urnas. Pero ésto es nada nuevo, como ella misma reconoce. De hecho, ya sonaba su nombre mientras paseaba palmito por la populosa calle Concepción cuando se buscaba un relevo al ex-delegado de Cultura, bastante quemado de sus cuerpo a cuerpo con Pedro Rodríguez. Y se incorporó a la lista de Parralo para auparla en su intento de derrocar a Rodri. Tras el fracaso, se produjo su huida del grupo gracias a una llamada para formar parte del gobierno andaluz como titular de la Consejería de Medio Ambiente. Sería ahora una vuelta, como decimos. Pero aunque ella diga que sí, ¿estará verdaderamente dispuesta a hacerlo? Vaya bajón de escalafón, ¿no?

Por otra parte, Elena Tobar ha sido la que ha estado trabajando este año y medio en el Ayuntamiento. No sólo le ha tocado "bailar con las más fea", es que además lo ha hecho. A lo mejor no con todo el éxito que hubieran querido sus superiores. Pero, ¿se han parado a pensar con los medios con los que ha contado esta pobre mujer durante este tiempo? Si ni siquiera tiene página web actualizada!!! (Véase lo que aún se encuentra hoy por hoy rastreando la red acerca del grupo municipal socialista de Huelva). Es probable que la dirección socialista esperara más de la cabeza de la oposición, pero no pueden dejar de reconocer que llegó allí de pura chiripa tras la marcha de Parralo y que medios ha tenido bien poquitos. Puede ser que esta defensa de la Tobar la haga yo por pura empatía (¿serán cosas del tocayismo?). Pero creo que si le armaran una buena lista, Tobar podría representar más claramente a un PSOE trabajador, de base, aunque fuese desde la oposición, que cualquier otro político venido desde las alturas de los cargos institucionales y dispuesto a bajarse del carro en cuanto tuviera mejor ocasión (es decir, mejor cargo).

Y todo este debate parte de mi premisa de que en el PSOE trabajan en la candidatura municipal sin perder de vista que hasta ahora Pedro Rodríguez no ha sido batido en las urnas. Parten, aunque nunca lo reconocerán, de la hipótesis de que ante el actual alcalde no tienen nada que hacer. Y que aunque en las próximas elecciones -aún queda casi un año- pueden ocurrir muchas cosas, no es probable el vuelco. Y menos si a los populares les acompañara finalmente quien ha sido su militante de base hasta ahora, José Luis Cortés (tal y como comentaba en mi post anterior).

Es probable que me equivocara, pero si yo fuese Mario Jiménez nombraría candidata a la alcaldía de Huelva a Elena Tobar. Sería mi mejor apuesta, aunque fuera a caballo perdedor.

martes, 16 de marzo de 2010

Juan José Cortés entra en política. ¿Uso o abuso?

Va a ser criticado por muchos, pero yo lo aplaudo. Juan José Cortés (el padre de la niña de Huelva que fue asesinada pero estuvo desaparecida durante un mes, y que sobrecogió a media España) ha sido nombrado asesor del PP para la Reforma del Código Penal. Pero hace mucho que había advertido de su decisión de entrar en política.

Eran los días en los que Cortés había realizado una cruzada por todo el país recogiendo firmas para solicitar al Parlamento un endurecimiento de las penas por delitos sexuales -ya que el presunto asesino de su hija había sido condenado anteriormente por un delito sexual y, por un fallo judicial, no estaba entre rejas-. Se codeó entonces con los grandes de la política de España, y el militante socialista, vecino de la obrera barriada del Torrejón de Huelva salió en la prensa fotografiado con el mismísimo Zapatero; con miembros de la directiva del PP;  o con el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, en el gallinero de invitados del Congreso de los Diputados.

Cesada la tempestad, el pasado mes de septiembre, Juan José Cortés amagó una entrada a la vida política  en las municipales de Huelva como candidato de UPyD. Pero quedó en agua de borrajas. Nadie confirmó ni desmintió nada en unas complicadas jornadas informativas para los compañeros periodistas que acudieron a cubrir la información al Hotel Monteconquero de Huelva, tras las que aseguró estar abierto a  escuchar propuestas del PP o del PSOE.

Mucho se habló entonces, igual que ahora, acerca de si era oportuno o no su entrada en la política. Es el padre de una niña asesinada, que fue conocido en media España mientras la buscaba, y reconocido mientras recogía firmas para endurecer la ley por la otra media. Y que demostró una gran entereza y coraje en ambos momentos, logrando por ello el apoyo y la simpatía de muchos. Y ganando también la empatía, porqué no decirlo, de aquellos que se solidarizaban con su dolor y se admiraban de su fortaleza y su temple.

Sus detractores, tanto entonces como ahora, alegan que se aprovecha de la muerte de su hija para su propio beneficio. Y ahora, además, que no tiene conocimiento ni prestigio suficientes para ser nombrado asesor del PP en asunto tan grave como la reforma del código penal. Sus defensores, por contra, que es un padre coraje y que tiene tanto derecho como los demás.

Yo, personalmente, opino que su nombramiento como asesor jurídico no ha sido más que una excusa que se han montado en Andalucía para que Cortés pueda entrar en el PP por la puerta grande, con las bendiciones de arriba y, de paso, aupar un poco al de Madrid. Que estaba cantado y recantado que Cortés acabaría rompiendo su carnét de afiliado al PSOE, tal y como hizo de manera figurada la semana pasada. Que era evidente que la defensa de su petición en el Congreso de endurecimiento de las penas estuvo arropada principalmente por el Partido Popular. Que el equipo municipal de Pedro Rodríguez hizo una gran labor de apoyo y seguimiento personal al drama familiar (y casi nacional) que vivió Cortés en aquellos terribles días de la desaparición de Mari Luz. Y que fue sin duda entonces cuando Perico vio la luz que desprendía el padre y plantó la semillita que hoy hemos visto convertida en un hermoso embarazo.

El hijo nacerá cuando anuncie su entrada en las filas del PP en puestos de salida muy cerca de Pedro Rodríguez. Porque no duden que esto ocurrirá. Y a mí me parece bien por ambas partes. Estratégicamente, el PP de Huelva hace bien en acercarse a una gran figura mediática (que ha llegado a serlo por una terrible desgracia, es verdad) de Huelva, tremendamente populista -al igual que lo es Pedro Rodríguez-  y que le puede hacer ganar una gran cantidad de votos en la ciudad. Le aportaría, además de populismo, frescura y renovación a un equipo que está ya un tanto desgastado como consecuencia de las cuatro legislaturas que lleva gobernando la ciudad. Y en modo alguno es una utilización partidista del dolor. La introducción de Cortés en un partido es, si acaso, la utilización de un hombre de entereza e integridad, cualidades que bien nos gustaría que tuviera toda la clase política.

Y al otro lado de la balanza, Cortés aparece como el gran beneficiado de una gran desgracia que le afectó de lleno. Pero Juan José Cortés ya era grande, fuerte, corajoso y firme antes de perder a su hija. De no ser así habría sido imposible que se diera la vuelta así mismo como un guante, de un día para otro, y sacar fuerzas para cruzar Huelva entera buscando a su hija primero, y atravesar media España buscando apoyo después. No nos equivoquemos. Aquí no es el hombre quien se aprovecha de una desgracia. Aquí es la desgracia que se ceba en un hombre que, por ser profundo y poseer de un sentido para la vida, fue capaz de llevarla dignamente y no hundirse en el dolor.

Y así, en medio de su lucha, aparece la posibilidad de renacer. Pone un punto y aparte en el libro de su vida que ha estado escribiendo. Comienza un nuevo capítulo porque, tras una desgracia personal de esa trascendencia, la vida no debe quedarse para siempre anclada en el pasado. Ahora hay que mirar hacia adelante. Si algún día Juan José Cortés entra en política y pide el voto en nombre de su desaparecida hija, pensaré que ha perdido la grandeza que un día demostró. Si, por el contrario, se sube a este tren que se para en su estación y se pone de verdad al servicio de los ciudadanos, lo aprobaré y aplaudiré. En estos momentos de gran desprestigio de nuestra clase política, siempre vendrá bien un poco de aire fresco que trate de poner luz en la oscuridad, introduzca el espíritu de servicio a los ciudadanos perdido y le reporte algo de su maltrecho valor.                

martes, 9 de marzo de 2010

Con los jóvenes, en el salón de los votos perdidos, se habla 2.0

Me daba el otro día un paseo por el salón virtual de los votos perdidos. Y me pregunté entonces qué sería ahora, dadas las circunstancias, del voto joven. Me refiero a ese tan codiciado voto de los que se inician por vez primera en el ventajoso juego democrático y que, en los últimos años, no han podido ejercitar un derecho que hasta ahora, por ser menores de edad, no tenían.

Y es que, a los factores que habitualmente influyen en inclinar la balanza hacia uno u otro partido entre los jóvenes, hay que sumar en las próximas elecciones nuevos elementos que han entrado en juego y que van a ser determinantes.  La crisis económica, social, política y de valores en general que nos rodea, unido a las nuevas herramientas de comunicación que los jóvenes dominan de forma natural, deben cambiar sustancialmente los mensajes que los políticos deben lanzar si quieren atraer -aunque sea mínimamente- a este sector de la población que, como los demás, deberá depositar su voto en las urnas en las próximas elecciones.

Y me preguntaba quién sería el que tendría la suficiente fuerza y símbolo del cambio como para atraer al voto joven. Especialmente en estos tiempos en los que pueden estar desengañados de una clase política que pueden ver con desidia más que con otra cosa, como una casta alejada de la realidad, con muchos privilegios, pocas obligaciones y cero soluciones para salir de la crisis.

Nuestros jóvenes, que siempre se han caracterizado por su inconformismo y su capacidad de cambiar las cosas que no les gustan, tendrán muy poco entre lo que elegir el cambio. ¿Confiarán en Zapatero y su equipo, "culpables" de la falta de soluciones a esta crisis; que obliga a los mayores a retrasar su jubilación mientras 4.3 millones de españoles están en el paro; al que pueden ver como culpable de hipotecar nuestras pensiones y el futuro de nuestros hijos? ¿Confiarán en Rajoy, al que no han visto ganar ni unas elecciones y que representa al pasado más que el propio Zp -sobretodo por haber formado parte de los gobiernos de España de casi una década anterior en la fecha en la que se celebren elecciones-? ¿Confiarán en otros partidos minoritarios como Izquierda Unida, que ha sido el refugio del voto joven durante mucho tiempo pero que se presenta falto de valores y de sentido en la actualidad? ¿Será Rosa Díez la ganadora del joven elector, desde su ecléctica posición "progresista" a medio camino entre un PSOE esclavo de los nacionalismos y un PP demasiado a la derecha del centro? ¿Obtendrán los nacionalistas esta confianza por parte de los jóvenes por ser los que más cerca geográficamente de ellos están?

Todo es posible, más aún con una larga campaña electoral por delante. Lo que sí está claro es que quien quiera ganarse a los jóvenes tendrá que pelear en su terreno. Y esta nueva generación vive en Internet y en las redes sociales. Por eso los partidos deberán cambiar sus estrategias y aprender el lenguaje de los Social Media, que tiene un diccionario con pocas pero fundamentales entradas:  "escuchar", "aprender", "analizar", "aceptar opiniones" y "conversar".

Es, sin duda, el tiempo de las herramientas 2.0. Sin ellas, los mensajes de los políticos ni se acercarán al electorado. Y si este acercamiento no se produce en la dirección y el modo adecuado, por mucho que estén en Tuenti, Facebook o Twitter, nuestros políticos seguirán lejos y sin comunicación -en el más profundo sentido de la palabra- con los electores. En las redes sociales hay que estar, sin duda, queridos políticos. Pero no basta sólo con estar.

martes, 2 de marzo de 2010

Evento web 2.0


Esto es el evento web 2.0 de presentación de mi propia web. Es totalmente virtual, actual, multidireccional, y espero que también viral.

La comunicación web 2.0 es el futuro de la publicidad, el marketing, la comunicación corporativa e institucional que se extiende velozmente en Internet (su medio) por su eficacia, inmediatez, versatilidad y multidireccionalidad. Es decir, la comunicación corporativa ha dejado de ser vertical (desde arriba hacia abajo, con el control de toda la información que se publica de la entidad) para pasar a ser horizontal (se controlan y lanzan los mensajes, pero están abiertos a ser comentados o criticados por todos). La comunicación 2.0 recibe de manera inmediata la respuesta de los clientes, su aceptación o no del producto e inlcuso sus propuestas de mejora.

Llevado a la comunicación política supone, sin duda, el gran cambio en la comunicación de los políticos y dirigentes hacia sus votantes. Y funciona, y mucho, tal y como demostró Obama en su vertiginosa campaña electoral que le llevó a vencer a la Clinton en las primarias de los demócratas y a los republicanos después en las urnas.

Y para muestra, un botón. He aquí la presentación de mi propia web (pincha en el enlace del primer párrafo para conocerla), de mi funpage en facebook (de la que puedes hacerte fan haciendo clic en el susodicho botón) y de mis twitts en twitter. Bienvenido al presente.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Algo está cambiando en Andalucía

Esta maravillosa tierra de Andalucía está viviendo unos momentos políticos dignos de ser estudiados. Parece que algo cambia. Y eso es bastante raro por aquí. Podría hacerse una tesis doctoral sobre las características sociológicas que llevan a los andaluces a recelar de los cambios. Pero no es el caso de este artículo. Los hechos hablan por sí solos y no hace falta demostrarlos.

Durante 30 años -en realidad, ocho legislaturas- el PSOE ha gobernado en Andalucía con mayoría absoluta (excepto los dos años de la pinza PP-IU).

¿Es posible que el PSOE vaya a perder la mayoría absoluta con la que gobierna en Andalucía desde hace 30 años? Parece que podría ser. Así lo afirma al menos la última encuesta del Instituto de Estudios Sociales Avanzados. Afirma que, de celebrarse hoy elecciones en esta Comunidad Autónoma, el PP obtendría el 43,2% de los votos y el PSOE el 41,6%.

Faltan aún otros datos que completen la encuesta y ayuden a enteder este posible cambio de escenario político andaluz. Pero a grandes rasgos, podrían entenderse los datos de tan polémica encuesta como la demostración de un cambio de actitud que quizás se esté gestando en Andalucía

Primero fue el nombramiento de Chaves como vicepresidente y ministro de Zapatero en abril de 2009. Su salida del Gobierno andaluz se produjo al ser llamado a filas por Zapatero para sortear la Crisis, en su primera crisis de gobierno de su 2ª legislatura. Este cambio estuvo provocado, según el PP, porque iba a perder las elecciones. Se ponía fin así a 19 años de Gobierno en los que se hicieron, sobre todo al final, innumerables intentos de encontrar un "digno delfín".

Precisamente, esta lucha fratricida por heredar la Junta de Chaves, es vista por algunos socialistas como la culpable del llamado 'caso Matsa', el de la subvención de 10 millones que la Junta concedió a una empresa de la que era apoderada su propia hija. Este caso, que salió a la luz cuando Chaves no llevaba en Madrid ni dos meses,  se entendió en el PP de Andalucía como la gran oportunidad para herir de muerte a un Chaves que ya formaba parte del gobierno de ZP -lo que significa dañar al propio Gobierno de la Nación-. Sus repercusiones mediáticas a nivel nacional han supuesto un balón de oxígeno para las filas populares, que veían ahogadas durante mucho tiempo sus iniciativas en lo que ellos llaman "silencio mediático andaluz".  

Estos hechos han sido el caldo de cultivo para animar a unos militantes que hasta ahora parecían escondidos, atemorizados a manifestarse ante el 'régimen socialista' que gobierna su tierra desde hace 30 años. Así, se pudo vivir poco después la primera demostración de fuerza del PP andaluz en Dos Hermanas, llegando a movilizar a cerca de 30.000 personas en el que había sido hasta ese momento el gran bastión de los socialistas andaluces en uno de sus escenarios históricos.

La encuesta de la Junta del 2009 -conocida en el 2010- se recibe de esta manera con verdadero estupor en filas socialistas y con verdadera euforia contenida en las populares. Si bien es cierto que las encuestas se maquillan, hay datos en ésta muy elocuentes, como por ejemplo que un 61,7% de los encuestados se muestran a favor de un cambio de gobierno en Andalucía.

Pero a este movimiento mediático y sociológico le faltan aún más ingredientes. Por ejemplo, en lo económico, la Crisis está siendo más dañina con esta tierra que en el resto (la tasa del paro en Andalucía se han situado, en el mes de febrero de 2010, en el 27,6%). La carencia de grandes resortes económicos en la región se disparan en los momentos de crisis, agudizando y siendo aún más feroz la destrucción de empleo y la desaparición de empresas en esta tierra.

Y luego está la grave crisis política. Nos referimos no sólo al profundo descrédito de la clase dirigente de nuestro país, que es vista por los ciudadanos como unos vividores del cuento que, el que más o el que menos, trata de llevárselo calentito a casa; que disfrutan de unos grandes sueldos (y otros muchos beneficios) a costa del contribuyente y que difícilmente consigue transformar su trabajo en servicio de la sociedad. Además hay que hablar de las graves crisis y fracturas internas que viven los dos grandes partidos de este país. Como la que se vive en estos momentos en el seno del PSOE andaluz, que ha dirigido de manera irremediable a convocar un congreso en el próximo mes de marzo para acabar con la bicefalia (Griñán-Pizarro-Chaves) que se vivía hasta ahora.

Es posible que todo estos ingredientes, cocidos a fuego lento -como se cocina el buen puchero andaluz-, sean capaz de cambiar algo en esta aparente inmóvil Andalucía. La gran pregunta es, ¿será para mejor?.