martes, 16 de marzo de 2010

Juan José Cortés entra en política. ¿Uso o abuso?

Va a ser criticado por muchos, pero yo lo aplaudo. Juan José Cortés (el padre de la niña de Huelva que fue asesinada pero estuvo desaparecida durante un mes, y que sobrecogió a media España) ha sido nombrado asesor del PP para la Reforma del Código Penal. Pero hace mucho que había advertido de su decisión de entrar en política.

Eran los días en los que Cortés había realizado una cruzada por todo el país recogiendo firmas para solicitar al Parlamento un endurecimiento de las penas por delitos sexuales -ya que el presunto asesino de su hija había sido condenado anteriormente por un delito sexual y, por un fallo judicial, no estaba entre rejas-. Se codeó entonces con los grandes de la política de España, y el militante socialista, vecino de la obrera barriada del Torrejón de Huelva salió en la prensa fotografiado con el mismísimo Zapatero; con miembros de la directiva del PP;  o con el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, en el gallinero de invitados del Congreso de los Diputados.

Cesada la tempestad, el pasado mes de septiembre, Juan José Cortés amagó una entrada a la vida política  en las municipales de Huelva como candidato de UPyD. Pero quedó en agua de borrajas. Nadie confirmó ni desmintió nada en unas complicadas jornadas informativas para los compañeros periodistas que acudieron a cubrir la información al Hotel Monteconquero de Huelva, tras las que aseguró estar abierto a  escuchar propuestas del PP o del PSOE.

Mucho se habló entonces, igual que ahora, acerca de si era oportuno o no su entrada en la política. Es el padre de una niña asesinada, que fue conocido en media España mientras la buscaba, y reconocido mientras recogía firmas para endurecer la ley por la otra media. Y que demostró una gran entereza y coraje en ambos momentos, logrando por ello el apoyo y la simpatía de muchos. Y ganando también la empatía, porqué no decirlo, de aquellos que se solidarizaban con su dolor y se admiraban de su fortaleza y su temple.

Sus detractores, tanto entonces como ahora, alegan que se aprovecha de la muerte de su hija para su propio beneficio. Y ahora, además, que no tiene conocimiento ni prestigio suficientes para ser nombrado asesor del PP en asunto tan grave como la reforma del código penal. Sus defensores, por contra, que es un padre coraje y que tiene tanto derecho como los demás.

Yo, personalmente, opino que su nombramiento como asesor jurídico no ha sido más que una excusa que se han montado en Andalucía para que Cortés pueda entrar en el PP por la puerta grande, con las bendiciones de arriba y, de paso, aupar un poco al de Madrid. Que estaba cantado y recantado que Cortés acabaría rompiendo su carnét de afiliado al PSOE, tal y como hizo de manera figurada la semana pasada. Que era evidente que la defensa de su petición en el Congreso de endurecimiento de las penas estuvo arropada principalmente por el Partido Popular. Que el equipo municipal de Pedro Rodríguez hizo una gran labor de apoyo y seguimiento personal al drama familiar (y casi nacional) que vivió Cortés en aquellos terribles días de la desaparición de Mari Luz. Y que fue sin duda entonces cuando Perico vio la luz que desprendía el padre y plantó la semillita que hoy hemos visto convertida en un hermoso embarazo.

El hijo nacerá cuando anuncie su entrada en las filas del PP en puestos de salida muy cerca de Pedro Rodríguez. Porque no duden que esto ocurrirá. Y a mí me parece bien por ambas partes. Estratégicamente, el PP de Huelva hace bien en acercarse a una gran figura mediática (que ha llegado a serlo por una terrible desgracia, es verdad) de Huelva, tremendamente populista -al igual que lo es Pedro Rodríguez-  y que le puede hacer ganar una gran cantidad de votos en la ciudad. Le aportaría, además de populismo, frescura y renovación a un equipo que está ya un tanto desgastado como consecuencia de las cuatro legislaturas que lleva gobernando la ciudad. Y en modo alguno es una utilización partidista del dolor. La introducción de Cortés en un partido es, si acaso, la utilización de un hombre de entereza e integridad, cualidades que bien nos gustaría que tuviera toda la clase política.

Y al otro lado de la balanza, Cortés aparece como el gran beneficiado de una gran desgracia que le afectó de lleno. Pero Juan José Cortés ya era grande, fuerte, corajoso y firme antes de perder a su hija. De no ser así habría sido imposible que se diera la vuelta así mismo como un guante, de un día para otro, y sacar fuerzas para cruzar Huelva entera buscando a su hija primero, y atravesar media España buscando apoyo después. No nos equivoquemos. Aquí no es el hombre quien se aprovecha de una desgracia. Aquí es la desgracia que se ceba en un hombre que, por ser profundo y poseer de un sentido para la vida, fue capaz de llevarla dignamente y no hundirse en el dolor.

Y así, en medio de su lucha, aparece la posibilidad de renacer. Pone un punto y aparte en el libro de su vida que ha estado escribiendo. Comienza un nuevo capítulo porque, tras una desgracia personal de esa trascendencia, la vida no debe quedarse para siempre anclada en el pasado. Ahora hay que mirar hacia adelante. Si algún día Juan José Cortés entra en política y pide el voto en nombre de su desaparecida hija, pensaré que ha perdido la grandeza que un día demostró. Si, por el contrario, se sube a este tren que se para en su estación y se pone de verdad al servicio de los ciudadanos, lo aprobaré y aplaudiré. En estos momentos de gran desprestigio de nuestra clase política, siempre vendrá bien un poco de aire fresco que trate de poner luz en la oscuridad, introduzca el espíritu de servicio a los ciudadanos perdido y le reporte algo de su maltrecho valor.                

martes, 9 de marzo de 2010

Con los jóvenes, en el salón de los votos perdidos, se habla 2.0

Me daba el otro día un paseo por el salón virtual de los votos perdidos. Y me pregunté entonces qué sería ahora, dadas las circunstancias, del voto joven. Me refiero a ese tan codiciado voto de los que se inician por vez primera en el ventajoso juego democrático y que, en los últimos años, no han podido ejercitar un derecho que hasta ahora, por ser menores de edad, no tenían.

Y es que, a los factores que habitualmente influyen en inclinar la balanza hacia uno u otro partido entre los jóvenes, hay que sumar en las próximas elecciones nuevos elementos que han entrado en juego y que van a ser determinantes.  La crisis económica, social, política y de valores en general que nos rodea, unido a las nuevas herramientas de comunicación que los jóvenes dominan de forma natural, deben cambiar sustancialmente los mensajes que los políticos deben lanzar si quieren atraer -aunque sea mínimamente- a este sector de la población que, como los demás, deberá depositar su voto en las urnas en las próximas elecciones.

Y me preguntaba quién sería el que tendría la suficiente fuerza y símbolo del cambio como para atraer al voto joven. Especialmente en estos tiempos en los que pueden estar desengañados de una clase política que pueden ver con desidia más que con otra cosa, como una casta alejada de la realidad, con muchos privilegios, pocas obligaciones y cero soluciones para salir de la crisis.

Nuestros jóvenes, que siempre se han caracterizado por su inconformismo y su capacidad de cambiar las cosas que no les gustan, tendrán muy poco entre lo que elegir el cambio. ¿Confiarán en Zapatero y su equipo, "culpables" de la falta de soluciones a esta crisis; que obliga a los mayores a retrasar su jubilación mientras 4.3 millones de españoles están en el paro; al que pueden ver como culpable de hipotecar nuestras pensiones y el futuro de nuestros hijos? ¿Confiarán en Rajoy, al que no han visto ganar ni unas elecciones y que representa al pasado más que el propio Zp -sobretodo por haber formado parte de los gobiernos de España de casi una década anterior en la fecha en la que se celebren elecciones-? ¿Confiarán en otros partidos minoritarios como Izquierda Unida, que ha sido el refugio del voto joven durante mucho tiempo pero que se presenta falto de valores y de sentido en la actualidad? ¿Será Rosa Díez la ganadora del joven elector, desde su ecléctica posición "progresista" a medio camino entre un PSOE esclavo de los nacionalismos y un PP demasiado a la derecha del centro? ¿Obtendrán los nacionalistas esta confianza por parte de los jóvenes por ser los que más cerca geográficamente de ellos están?

Todo es posible, más aún con una larga campaña electoral por delante. Lo que sí está claro es que quien quiera ganarse a los jóvenes tendrá que pelear en su terreno. Y esta nueva generación vive en Internet y en las redes sociales. Por eso los partidos deberán cambiar sus estrategias y aprender el lenguaje de los Social Media, que tiene un diccionario con pocas pero fundamentales entradas:  "escuchar", "aprender", "analizar", "aceptar opiniones" y "conversar".

Es, sin duda, el tiempo de las herramientas 2.0. Sin ellas, los mensajes de los políticos ni se acercarán al electorado. Y si este acercamiento no se produce en la dirección y el modo adecuado, por mucho que estén en Tuenti, Facebook o Twitter, nuestros políticos seguirán lejos y sin comunicación -en el más profundo sentido de la palabra- con los electores. En las redes sociales hay que estar, sin duda, queridos políticos. Pero no basta sólo con estar.

martes, 2 de marzo de 2010

Evento web 2.0


Esto es el evento web 2.0 de presentación de mi propia web. Es totalmente virtual, actual, multidireccional, y espero que también viral.

La comunicación web 2.0 es el futuro de la publicidad, el marketing, la comunicación corporativa e institucional que se extiende velozmente en Internet (su medio) por su eficacia, inmediatez, versatilidad y multidireccionalidad. Es decir, la comunicación corporativa ha dejado de ser vertical (desde arriba hacia abajo, con el control de toda la información que se publica de la entidad) para pasar a ser horizontal (se controlan y lanzan los mensajes, pero están abiertos a ser comentados o criticados por todos). La comunicación 2.0 recibe de manera inmediata la respuesta de los clientes, su aceptación o no del producto e inlcuso sus propuestas de mejora.

Llevado a la comunicación política supone, sin duda, el gran cambio en la comunicación de los políticos y dirigentes hacia sus votantes. Y funciona, y mucho, tal y como demostró Obama en su vertiginosa campaña electoral que le llevó a vencer a la Clinton en las primarias de los demócratas y a los republicanos después en las urnas.

Y para muestra, un botón. He aquí la presentación de mi propia web (pincha en el enlace del primer párrafo para conocerla), de mi funpage en facebook (de la que puedes hacerte fan haciendo clic en el susodicho botón) y de mis twitts en twitter. Bienvenido al presente.