martes, 22 de noviembre de 2011

En la resaca electoral

No hubo sorpresas. Ganó el que todos imaginaban. Perdió quien todo el mundo sabía, pero por una diferencia mayor de la que nadie esperaba. Pero hubo más. Recién celebradas las elecciones legislativas en nuestro país, sacamos a bote pronto algunas conclusiones.

El PP, ganador de las elecciones por mayoría absoluta y que ha obtenido el mejor resultado de su historia, ha crecido en medio millón de votos respecto a las últimas elecciones (la mitad de ellos de Andalucía, ojo). La amplia mayoría absoluta obtenida responde entonces también al elevado índice de abstención, a pesar de que la participación superara el 70%, y este dato se considerara como válido por todos los opinantes al respecto. Si no me fallan las cuentas, eso es que casi uno de cada tres españoles prefirió no votar. No sé a ustedes, pero a mí no me deja muy tranquila ese dato.

La gran abstención se debió, sobre todo, a antiguos votantes del PSOE. De ahí el batacazo electoral del hasta ahora partido de gobierno. Excepto Barcelona y Sevilla, todas las demás provincias votaron mayoritariamente al PP. Tenemos un mapa de España que ha pintado de color azul incluso los grandes bastiones del voto socialista, como eran Andalucía y Extremadura. La oportunísima separación (después de 16 años) de las elecciones generales y andaluzas permiten al PSOE correr una contrarreloj desesperada de aquí al mes de marzo, momento en que se abrirán de nuevo las urnas andaluzas. Casi con toda seguridad intentarán azuzar el temor por las acciones puestas en marcha por Madrid como casi única arma electoral. El pánico no ha hecho más que empezar en la sede del PSOE-A. Y no es para menos, el 20-N Andalucía votó al PP. La nueva carrera electoral ya ha comenzado en el Sur.  

Además, como consecuencia de las dos premisas anteriores, la izquierda se recuperó notablemente entre el electorado. Supieron fidelizar a los suyos y, además, atraer los votos descontentos de las acciones más duras del PSOE. También se vieron beneficiados por la abstención.

Sin embargo nuestro sistema ha dejado al descubierto alguna de sus mayores vergüenzas. El hecho de que UPyD se haya quedado a las puertas de tener grupo propio en el Parlamento, a pesar de contar con más de 1.100.000 votos por todo el país, es una muestra de ello. Y más si tenemos en cuenta que otros partidos más pequeños, con 300.000 votos, han logrado grupo propio y una mayor representación en escaños. Son los efectos colaterales de la Ley D'Hont, ese gran desconocido culpable del desajuste del valor de los votos de los españoles según el tamaño de la circunscripción en la que vivan. Incomprensible. Miren este gráfico del diario digital lainformacion.com en el que se muestra cómo habría quedado el Parlamento si todos los votos valieran lo mismo.



La otra gran sorpresa, la entrada en el Parlamento de España del nuevo partido de la izquierda abertxale, herederos de HB, con grupo propio y una amplia representación (para ser un partido nacionalista). Es el pago que el pueblo vasco hace al reciente anuncio de abandono de las armas que hacía la banda terrorista ETA justo un mes antes de las elecciones. ¿A que ahora vemos todos con gran claridad que no era casual?

En definitiva, cambio, abstención y reparto desigual de votos han marcado las elecciones del 20-N. Esas en las que el presidente del Gobierno se escondió y dejó sólo a su candidato. Un día después, valoraba el resultado, ya como ex presidente cesado por el BOE. ¿Hará lo mismo Manuel Chaves en Andalucía si Griñán pierde las elecciones? Dentro de cuatro meses la respuesta.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Se hablarán algún día nuestros políticos por las redes sociales?

Me parece que de momento no, o al menos aún no lo hemos visto en esta campaña electoral. Nuestros políticos, o mejor dicho los candidatos de los dos grandes partidos, aún no se han dirigido la palabra entre ellos dentro de las redes sociales. ¿Y para qué?, se preguntarán muchos. Pues para lo mismo que para lo que han venido a las redes: para que les veamos todos.

Y no me consta que lo hayan hecho, a pesar de que Rajoy y Rubalcaba se siguen en Twitter mutuamente, de manera pública y visible por todos (no a través de listas, que es un poco trampa la verdad). Pero hoy han estado a punto de hacerlo en otra red. Ha sido en Google+, donde nuestros candidatos también han desplegado sus velas electorales y se prodigan al igual que en el resto de las redes.

El candidato popular, Mariano Rajoy ha convocado por la tarde a su audiencia en redes sociales para que estuvieran atentos a sus muros: "Tienes un mensaje. A las 19'00 aquí.". Ya la semana pasada, Rajoy y su equipo utilizaron esta misma estrategia para presentar un vídeo electoral de la serie "rajoyistas por el mundo". El anuncio previo provocó todo tipo de especulaciones en Twitter bajo el hagstag #ApuestaSorpresaMariano hasta que el vídeo se dio a conocer.

La estrategia debió funcionar, porque hoy de nuevo a la carga. Y a partir de las siete de la tarde se publicaba casi simultáneamente en todas las redes un vídeo exclusivo para Internet dirigido a animar el voto de los apolíticos, no votantes y no simpatizantes con el Partido Popular. Un buen vídeo, todo hay que decirlo.




Y en Google+, el candidato popular utilizó una herramienta propia de esta red bastante novedosa: lo que llaman "quedadas" y que vienen a ser videoconferencias que pueden ser públicas y abiertas para que se una el que quiera. De éste tipo debió ser la de Rajoy, porque esto es lo que vemos en su perfil:


Y claro, risas garantizadas para los apuntados en la quedada. Pero rastreando un poco más, puedo saber que tras unirse el candidato del PSOE a la quedada del candidato del PP para hablar en vivo y en directo, a los pocos segundos Rubalcaba lo abandona, justo después de que varios de los presentes se preguntaran: Es Rubalcaba?


Es un poco raro, no? Los equipos de campaña de ambos candidatos estuvieron discutiendo durante semanas si habría o no debate cara a cara ante las cámaras de televisión. Y ahora así, tan fácil, ¿se van a ver las caras o hablar por el chat para debatir sobre no sabemos qué por la red social de Google? ¿En serio??? Con razón los asistentes a la "quedada" con Rajoy no daban crédito de lo que veían! 

¿Y qué hacía el candidato socialista mientras tanto? Miren lo que publicaba tan sólo unos minutos antes de que abandonara el chat de Rajoy: 


Se queja de que el PP le impide hacer un acto en Antequera. A las 19.08. Y sabemos que a las 19.10 abandonó el chat unos instantes después de haber entrado. ¿Qué le ocurrió? Pues a lo mejor le dio un ataque repentino por el enfado de haberse encontrado en el acto cancelado en la ciudad malagueña, y se disponía a pedirle cuentas al que él cree responsable... "Oye, Rajoy, que digo yo que ya me podías haber dejado que me reuniera con los míos en Antequera, que mira que está lejos esto. Tú sabes lo mal que me sienta llegar hasta aquí para nada?. Hombre, un poquito de por favor, no?..." Y Rajoy le habría podido responder: "Mira, Rubal, yo de eso no puedo ser responsable, o tú sabes quién manda en Andalucía? También de eso tengo yo la culpa? Hombre, hasta ahí llegaría la broma!" ...¿Te imaginas cómo habría sido la quedada? :) Para grabarla, eh?...

O a lo mejor, simplemente fue que se deslizó un error entre los que gestionan la cuenta de Rubalcaba y entraran en la quedada sin haber cambiado de perfil. Es posible. Pero ¿verdad que nos habría gustado más que se vieran las caras y se dijeran en la red lo que piensan, como hacemos todos? :)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Lo que nos dejó el debate no sólo en Twitter

Fue el cara a cara entre los candidatos de los dos partidos mayoritarios. Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba se enfrentaban supuestamente para defender sus programas electorales cara a cara, ante los posibles votantes.

Y como era de preveer, el debate fue mucho más divertido al ser seguido por Twitter. Es decir, siguiendo las imágenes y los diálogos de los candidatos de TV, pero teniendo unos comentaristas muy peculiares: aquellos que conforman tu Time Line, aquellos que a diario ves en tu muro comentando todo tipo de cosas. Y el día D tocaba hablar del debate.

El primer conflicto estuvo en el hashtag elegido para unificar la conversación. Aquí los medios offline, que todavía no terminan de enterarse de qué va esto de Twitter, proponían sus propias etiquetas, como si se tratara de ganar una batalla de audiencias. Por supuesto, los tuiteros hicieron lo que les vino en gana y se tuiteó mayoritariamente con los hashtag #debate y #eldebate (en vez de los pretendidos #caraacarartve #DebateA3).

Informe de Pirendo sobre los hagshtags más usados durante el debate. 
Pero hubo más en la red de los 140 caracteres. Como consecuencia directa del aburrimiento y del descrédito que les produce la política en general y sus actores en particular, los tuiteros fueron capaces de sacar punta y hacer los comentarios más jocosos y ácidos acerca de lo que estaban presenciando: 



Y para terminar de redondear la noche, la comunidad tuitera sacó a pasear uno de sus entretenimientos favoritos: los facts. El presentador-moderador del encuentro fue el personaje elegido en esta ocasión. Y la noche se convirtió en un ir y venir de risas garantizadas con los #campovidalfacts. He aquí una muestra: 


Pero fuera de Twitter, algunas cosas nos quedaron claras. A saber: que Rubalcaba eligió el ataque como mejor defensa a lo que era ponerse en evidencia al defender su programa ante la pregunta obligada: "por qué no había puesto en marcha durante los últimos 7 años" esa fórmula magistral que decía poseer para acabar con las sangrantes cifras del paro.  Y para evitar tener que encontrarse con esa pregunta a cada propuesta socialista, Rubalcaba (rebautizado como "Sr. Rodríguez Rubalcaba" por Rajoy) decidió atacar los puntos débiles de Rajoy: los recortes en pensiones, Sanidad, Educación, la temida privatización de servicios públicos o la derogación del aborto o el matrimonio gay. La estrategia era adecuada. Lo erróneo fue su escenificación: Rubalcaba pareció más un entrevistador en la oposición dirigiéndose a un presidente al que hay que pedir cuentas por sus actuaciones. Y así, el candidato socialista daba en todo momento por ganador de la contienda electoral a su principal oponente. Este error fue corregido tras la primera pausa de publicidad, momento a partir del cual se dirigió siempre a Rajoy cuestionándole con el condicional por delante: ¿qué haría usted...? en vez del ¿qué va a hacer....? 

También nos quedó claro que Rajoy prefiere leer, lo cual le resta obligatoriamente la fuerza y la credibilidad que dan una mirada segura que se mantiene fija mientras afirma y defiende su programa. Rubalcaba, por su parte, padeció también durante el primer bloque cierto aspecto de desaliñado por una corbata torcida y un traje que le quedaba grande. Y eso, unido a los ciertos momentos del debate en los que pareció quedarse sin argumentos, contribuyó a darle cierto aire pesadumbrado que mantuvo incluso al salir del Palacio de Congresos. 

La rigidez de los anteriores debates se vio en este superada con la flexibilidad a la hora de repartirse los tiempos en el total de sus intervenciones. Dio juego al calentamiento. Rajoy acusó de mentir a su oponente. Pero éste cayó en la trampa de decir más tarde: "ahora es Ud. quien miente", reconociendo implícitamente que ya lo había hecho él con anterioridad. 

Otra de las anécdotas de la noche fue el lapsus geográfico de Rajoy, al situar en la provincia de Cádiz los municipios sevillanos Cazalla y Constantina. Sin embargo Rubalcaba no le corrigió a pesar de ser diputado por la provincia gaditana. En fin, un horror lo miremos por donde lo miremos. 

Pero lo peor, sin duda, fueron los grandes ausentes: ni una mención a Blanco, ni a Gürtel, ni a ningún otro caso de corruptela política de la que los ciudadanos están totalmente asqueados. ¿Que lo hicieron para no empeorar la imagen que de ellos tiene la ciudadanía? Sin duda. Pero ¿no pensaron a caso en lo triste que nos resulta que pacten entre ellos tapar sus propias vergüenzas ante nosotros por si tienen la suerte que nos olvidemos de ellas? Lamentable. Sin duda fue lo peor. El debate lo perdimos todos.  

viernes, 4 de noviembre de 2011

Los hashtags son como las armas: los carga el diablo...

Después de las elecciones del 20 N, los partidos que desarrollan sus campañas en los Social Media habrán aprendido muchas cosas. Y una de ellas será que al utilizar los hashtags como arma electoral les puede pasar que los cargue el diablo.

Le pasó al PP cuando daba a conocer su lema para la campaña "Súmate al cambio", mientras que la guerra se desataba en Twitter. El PP se orgullecía de haber sido TT nacional, es decir, que la etiqueta #sumatealcambio estuviera entre las más usadas por los usuarios de Twitter durante ese día.


Pero claro, si se hubiera tenido en cuenta el contenido de los tweets, no habría motivo para presumir:


Y aún hubo mucho más: 

Pero como no escarmentamos nunca en cabeza ajena, ahora le ha tocado el PSOE. Nada más comenzar la campaña electoral, colocaron en TT el hashtag #votaPSOE con idéntico resultado: 



Pero leyendo los tweets de la etiqueta nos encontramos con ésto: 

Y todavía más: 




Estarán conmigo: ¿verdad que hay hashtags que los carga el diablo?